domingo, 4 de octubre de 2009

2º ABRAZO AL ROBLE ZARAGOZA


MANIFIESTO 2009


Acto de Abrazo al Roble


(QUERCUS ROBUR)


Paseo del Canal - 4 de octubre de 2009 -


AA.VV. de La Paz, Torrero, Venecia y San José,


ANSAR y El Cantero




Estamos aquí, ante este majestuoso Roble, porque hace muchos años, no sabemos cuantos, una simple bellota germinó, iniciándose así una aventura que nos permite hoy emocionarnos al ver ante nuestros ojos un ser vivo tan impresionante. Alguien se enamoró de este árbol al verlo en nuestras montañas. Quizás un pequeño plantón traído con mimo y cariño desde el Pirineo o desde la Cornisa Cantábrica con los escasos medio de entonces, o unas bellotas en un bolsillo y la fertilidad y la frescura de las huertas de esta parte de la ciudad entonces, hicieron posible su enraizamiento. ¡Y aquí está!. Un Quercus Robur. Quercus por ser de la familia de los “árboles hermosos” y Robur por ser duro, fuerte, resistente. Representa la fortaleza, la constancia de ánimo, la parte más sólida de algo, lo más escogido, la flor y nata.

Aquí bajo su copa, abrazando su firme tronco, quizás atraídos por algún tipo de magnetismo, o por la fuerza de su estampa, o por su longevidad, ¿quién sabe por qué?, nos encontramos a gusto.

La Naturaleza tiene unas leyes iguales para todos los que de ella formamos parte y creo que podemos sacar muchas lecciones útiles para nuestra vida y para nuestra lucha social.

Por eso hoy me gustaría dedicarle un tiempo a hablar del árbol “por dentro”. Para que viva nuestro amigo el roble necesita unas potentes raíces, ¡que no vemos!. Qué paradoja: lo que le alimenta, lo que le sujeta al suelo y lo mantiene firme no se ve, pero está ahí. Os invito a cerrar los ojos e imaginar cómo son sus raíces, cómo se extiende por la tierra, sorteando obstáculos, cómo parten del tronco, gruesas y se van repartiendo radialmente, dividiéndose en otras más y más pequeñas hasta volverse tan finas como el cabello. Una gran maraña tan grande como su copa.

Su tronco nace de las raíces y sustenta la copa. Por dentro la médula almacena el alimento; el leño distribuye el agua, e impregnado de “lignita” da la rigidez necesaria a la estructura; el cambium produce células grandes en primavera y pequeñas en verano dando lugar a los anillos; la corteza hace posible que el tronco sea circular, flexible y que este protegido de las agresiones externas y la desecación, lo que nosotros podemos ver y tocar.

Por arriba las ramas alargan el tronco en innumerables brazos que sustentan las hojas, las flores y los frutos. Las hojas por donde respira y traspira, captando a la vez la energía del sol, absorbe CO2 y libera Oxígeno. Mira por donde nuestro amigo el Roble lleva luchando contra el cambio climático desde su primera hoja, y nosotros dale que te pego al revés. Gracias amigo por tu callada labor.

Y cada primavera sus flores y cada otoño sus bellotas. Y aquí acuden otros “vecinos” a los que prestamos poca atención. Por aquí vienen mariposas, polillas, escarabajos y todo tipo de insectos chupadores, comedores de hojas, numerosas aves que se posan, otean, cazan, comen, anidan y pequeños roedores que roban y esconden bellotas. Todos se necesitan, todos comparten, todos aportan y todos juntos hacen que este Roble sea bello y hermoso.

Quiero que este abrazo se haga extensivo a todos esos ciudadanos y ciudadanas que forman parte del tejido social y que trabajan con el mismo tesón que este Roble por hacer una ciudad más habitable, por integrar a todos por igual, por mejorar el acceso a la cultura y a la educación, porque los más débiles sean defendidos,.... por la solidaridad. Me gustaría que por un momento nos sintiéramos Roble.

Por todo esto estamos aquí. Y porque nos sentimos parte de ese cosmos que necesita del Roble para vivir.

Queremos que siga creciendo y por ello tenemos que reivindicar mejoras. Seguimos denunciando que nuestro consistorio casi nunca se plantea la integración del arbolado adulto en los nuevos proyectos urbanísticos.

Por ello reiteramos:

Que necesitamos un Plan de cuidados específicos para los árboles declarados monumentales.

La puesta en marcha urgente de mecanismos que garanticen el respeto y cumplimiento de las ORDENANZAS municipales, con imposición de sanciones para aquéllos que las incumplen.

Hay que acabar con la espantosa práctica de talas masivas de árboles consolidados. Tras las últimas obras iniciadas en la ciudad, más las previstas, el arbolado va a sufrir, está sufriendo, un duro golpe. El paisaje urbano se está desdibujando. Aparecen fachadas que antes no se veían y las calles aparecen grandes, desnudas, distintas, frías. ¿Qué ha pasado?: faltan los árboles y arbustos. El reciente libro de Los Árboles de la ciudad de Zaragoza, publicado hace tan sólo unas semanas, ya es historia en buena parte de sus páginas. ¡Qué pena! No quiero imaginar cuando se pongan en marcha el resto de las obras o los 34 aparcamientos subterráneos previstos en plazas y calles de la ciudad, hoy parados por falta de compradores.

El próximo PGOU de Zaragoza debería contemplar al arbolado urbano como un elemento catalogado, que cumple una función social, ambiental y que es testimonio de nuestra historia y nuestra cultura de cada época .

Amigos y amigas, abracemos el Roble y unidos por las manos reforcemos nuestra amistad y nuestro compromiso.

Jesús Maestro - Asociación Naturalista de Aragón ANSAR

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